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Los Tejos

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martes, 19 de diciembre de 2017

Hoy


HOY

Hoy, mi cama quedará con el recuerdo de su aroma.
Hoy, mi nariz tan solo degustará su sombra,
Hoy, mis labios ya no rosarán sus sabanas frondosas.
Y aún mis manos buscarán a tientas sus frescas rosas.

¡¿Por qué?!

Acaso ¿el destino está en nuestra contra?
Dile amor mío, que no me diste sobras.
¿nuestro amor se ha plantado entre las rocas?
porque hoy cosecho la soledad en infinitas horas.

Aún recuerdo cómo empezó.

La noche en llamas, nuestros cuerpos gélidos y ebrios,
arropados con las sabanas de soledad, mientras nuestros ojos derrochaban ríos de sangre y lágrimas.
El deseo carnal se mezcló con el vino pasional.
Hambrientos de la ardiente llama y sedientos de noches de perpetuidad.

Más hoy es el final.

El amor muere, perece… de tantos pleitos, antojos, un fugaz cortejo y una gran ansiedad.
La hora llegó, mi último respiro se va.
Alguien me amó y no le correspondí, alguien llamó y no supe que decir
vi pasar los días hasta que la fecha limite llegó y solo enmudecí.

Ya cualquier esfuerzo es innecesario para decir “Te quiero”.
Nuestra historia oculta en dos cofres sellados.
Tesoros se esconden en cuerpos de barros.
Las llaves: vida y muerte, en nuestras manos.

La espera

Hay momentos en la vida donde nos encontramos con pocas opciones y tan solo nos toca esperar. En ese transcurso podemos perdernos o perder lo que buscamos.

Fábrica de desechos

Si la vida emancipara cada error, la vida sería una gran fábrica de desechos.

viernes, 1 de diciembre de 2017

DESESPERACIÓN


DESESPERACIÓN
¿Cómo salir sin heridas?
¿Cómo luchar sin golpes?
¿Cómo castigar y salir ileso?
¿Cómo le digo que No quiero?
La espera, desespera dicen...
ahora lo compruebo,
esperando su libertad
esperando el fin de su condena
Cuánto debe sufrir y llorar...
Encerrada en una oscura celda
Sin poder gritar, sin poder amar
su mundo empieza a enajenar.
Mi desesperación y mi impotencia
ante esta situación se aceleran,
me hacen suplicar ser
yo el guarda de su celda, o
ser las barras que la apresan, 
Lloro de rabia y de celos
Pues sé que besa otros labios
Y que acaricia otro cielo
¿Por qué no soy yo su carcelero?
No sé cuánto pueda esperar,
pues cada día que pasa,
este deseo se resquebraja ,
y me pregunto:
¿Dónde están sus esfuerzos?
Ojalá repare ella mis anhelos,
Ojalá me diga que aun lucha,
Que aun quiere hacerlo...
Ojalá me dé el lugar que merezco
Ser yo su libertador y también su carcelero.